Italia, Francia y Grecia aspiran a liderar la misión de la UE en el mar Rojo | Internacional

Italia, Francia y Grecia buscan liderar la nueva misión de la UE en el mar Rojo para proteger a los barcos europeos de los ataques de los hutíes de Yemen. Los tres países aspiran también a acoger el cuartel general de Aspides, la misión propuesta por el Servicio de Acción Exterior de la Unión en una de las vías marítimas cruciales del mundo, en la que España ha rechazado participar. Este miércoles, los ministros de Defensa de los Estados miembros decidirán en Bruselas qué socio encabeza la delicada misión, en la que participarán con personal y equipos (desde barcos a vigilancia aérea o medios técnicos) al menos siete países y que colaborará con Guardián de la Prosperidad, creada por Estados Unidos —con la que compartiría información secreta—, y con otros aliados. Pero sería independiente y únicamente de protección y no de ataque. Los hutíes, aliados de Irán, han asegurado que continuarán con los ataques hasta que Israel ponga fin a la ofensiva contra Hamás en la franja de Gaza.

Bruselas planteó a los Estados miembros la creación de la nueva misión Aspides, para la que reclama tres fragatas, como adelantó EL PAÍS, ante el aumento de los ataques a los barcos comerciales en el mar Rojo que transportan bienes hacia la UE. La propuesta, esbozada después de que España rechazase que la misión contra la piratería que lidera, Atalanta, se ocupase también de la protección del mar Rojo, se produjo justo antes de los primeros ataques de EE UU y el Reino Unido contra objetivos hutíes. La UE aspira a que la misión esté ya en marcha a mediados de febrero, según ha explicado el alto representante para Política Exterior y Seguridad de la UE, Josep Borrell, en Bruselas.

El jefe de la diplomacia europea espera que los países que no participen en la misión no la bloqueen. “No todos los Estados miembros están dispuestos a participar, pero nadie obstruirá”, ha dicho. “Eso es lo que espero; los que no quieren participar solo tienen que echarse a un lado”, ha añadido al llegar a la reunión con los ministros de Defensa de la UE. Borrell ha asegurado que numerosas empresas europeas han reclamado la creación de Aspides (Protección) porque se están viendo afectadas por el incremento de costes derivados de los ataques en el mar Rojo. “Está afectando a los costes, así que afecta a los precios y la inflación. Es un esfuerzo natural para nosotros intentar evitar ese riesgo”, ha remarcado Borrell.

Francia, Italia, Alemania, Países Bajos, Bélgica, Grecia y Dinamarca se han mostrado dispuestos a aportar material (barcos y también vigilancia aérea y medios técnicos) y personal a la misión, asegura una fuente comunitaria. “Lo importante es tener medios para el desarrollo de la misión, no solo para el lanzamiento, sino para mantener Aspides en el tiempo”, señala la fuente. La nueva misión podría costar unos 5,1 millones de euros al año y puede tomar como modelo la misión Agenor, liderada por Francia en el estrecho de Ormuz y con cuartel general en Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos).

A finales de diciembre, España rechazó que se encomendase a la misión Atalanta —creada en 2008 para luchar contra la piratería en las costas de Somalia y que tiene solo un buque, la fragata española Victoria— la tarea de patrullar la zona para apoyar a la misión estadounidense. Esto despertó algunas tensiones con Washington. España reclamó entonces una misión europea. El Ministerio de Exteriores y el de Defensa español han discrepado sobre la participación de España, pero el Gobierno de Pedro Sánchez se ha inclinado por la postura de Defensa, con la ministra Margarita Robles al frente, al rechazar participar de momento en una de las misiones más comprometidas de la UE.

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