El 20 de enero de 2025, el presidente de Estados Unidos inició su segundo periodo en el cargo, reafirmando su intención de disminuir la inflación y, en particular, los costos de los alimentos desde el comienzo de su gestión. No obstante, a siete días de su toma de posesión, los consumidores en Estados Unidos no han observado una reducción significativa en los precios de los productos alimenticios.
Durante su campaña electoral, el presidente aseguró que establecería acciones inmediatas para aliviar la carga económica de los ciudadanos. En un evento el 16 de agosto de 2024, afirmó que, al asumir el cargo, disminuiría los precios «de inmediato». En particular, manifestó: «Desde el primer día, pondremos fin a la guerra contra la energía estadounidense y comenzaremos a perforar, perforar y perforar. Eso reducirá los precios de todo porque la energía los ha incrementado».
Estando ya en el cargo, el presidente aprobó un memorando instruyendo a todos los departamentos y agencias ejecutivas a proporcionar «reducciones de emergencia en los precios». Las acciones sugeridas abarcan disminuir el costo de la vivienda, eliminar gastos administrativos superfluos y suprimir políticas que incrementan los precios de los alimentos y el combustible. No obstante, este memorando no es una orden ejecutiva de cumplimiento inmediato, sino que pide informes regulares sobre el progreso de dichas medidas.
Analistas en economía destacan que, a pesar de que las intenciones del presidente son evidentes, la puesta en marcha de políticas que afecten directamente los precios de los alimentos necesita tiempo y coordinación entre organizaciones. Las cadenas de suministro, los gastos de producción y factores externos, como las condiciones del clima y las variaciones del mercado global, tienen un impacto en los precios al consumidor.
Por otra parte, algunas iniciativas del presidente, como la imposición de aranceles a países como México y Canadá, podrían traer efectos adversos. A pesar de que el mandatario planteó la posibilidad de que estos aranceles se apliquen el 1 de febrero, los analistas advierten que tales acciones podrían incrementar los costos de importación, lo que podría reflejarse en un alza de los precios de determinados productos en el mercado interno.
En una entrevista realizada en diciembre de 2024, el presidente admitió la dificultad de lograr una reducción en los precios una vez que han subido. «Es complicado disminuir las cosas una vez que están en ascenso. Sabes, es bastante complicado. Pero creo que lo lograrán. Creo que la energía los va a reducir. Creo que una cadena de suministro más eficiente los va a bajar», comentó.
En una entrevista concedida en diciembre de 2024, el presidente reconoció la complejidad de reducir los precios una vez que han aumentado. «Es difícil bajar las cosas una vez que están en alza. Ya sabes, es muy difícil. Pero creo que lo harán. Creo que la energía los va a bajar. Creo que una mejor cadena de suministro los va a bajar», afirmó.
La realidad es que, hasta la fecha, los consumidores no han percibido una reducción significativa en los precios de los alimentos. Organizaciones de defensa del consumidor instan a la administración a acelerar la implementación de políticas efectivas y a considerar medidas adicionales para abordar la inflación y aliviar la carga económica de las familias estadounidenses.