RFEF: La Federación Española de Fútbol tendrá que celebrar elecciones a todos sus órganos y renovar la asamblea antes de elegir nuevo presidente | Fútbol | Deportes
Seis meses después de la dimisión de Luis Rubiales, el embrollo de las elecciones a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) deberá resolverse con dos comicios. Un informe del Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAD) llama a celebrar elecciones a todos los órganos de la federación (Asamblea, Comisión Delegada y presidente) para acometer la exigida renovación de la institución que rige el fútbol español.
Así, primero habrá unas elecciones con la actual asamblea federativa, órgano que elige al presidente. Presumiblemente, después de los Juegos de París se celebrará otra elección, ya con una nueva asamblea, para el ciclo olímpico 2024-2028. Ahora debe ser la comisión directiva del Consejo Superior de Deportes (CSD) la que apruebe lo que, para su presidente José Manuel Uribes, parece la solución más higiénica y legal. Especialmente, después de que dicho informe del TAD no diera por bueno el reglamento electoral elaborado por la comisión gestora de la RFEF, que preside Pedro Rocha. En el citado reglamento solo se contemplaban unas únicas elecciones con una asamblea nueva y además, la normativa impedía a la comisión gestora convocarlas.
El doble sufragio al que se someterá el fútbol español es contrario a la idea inicial que tenían tanto Rocha, como Víctor Francos, por entonces presidente del CSD. Ambos pretendían celebrar lo antes posible una sola elección presidencial votada por una nueva asamblea. Para ello, Rocha solicitó el adelanto electoral al primer semestre del año y le fue concedido previo informe del TAD.
Que transcurridos seis meses desde la dimisión de Rubiales sea ahora cuando se decida la celebración de dos elecciones delata la deficiencia con la que ha sido gestionado el asunto. Desde un principio, Rocha sabía que era ilegal convocar elecciones con una nueva asamblea. Así lo establece el punto 31.8 de los estatutos federativos y así lo defendió Salvador Gomar, el presidente de la territorial valenciana, el pasado 15 de septiembre, cinco días después de que Rubiales dimitiera. Gomar hizo constar en el acta de la reunión en la que participaron todas las territoriales que lo correcto era que se convocaran elecciones a la presidencia con la asamblea actual y que el ganador convocara los comicios correspondientes al nuevo ciclo olímpico. Así lo hizo la federación de baloncesto tras la dimisión de Jorge Garbajosa, que había dimitido para poder acceder al cargo de presidente de FIBA Europa.
En aquella reunión de los barones de las territoriales y, también según el acta, el entonces secretario general Andreu Camps y el asesor jurídico externo y mano derecha de Rubiales, Tomás González Cueto, que aún presta sus servicios a la RFEF, desaconsejaron que se celebraran dos comicios como marcan los estatutos federativos. Esto estaba encaminado a garantizar que Rocha, designado por Rubiales como su sucesor antes de dimitir, permaneciera en el cargo el mayor tiempo posible.
Entonces, Miguel Galán, presidente de la escuela de entrenadores Cenafe, elevó una denuncia al CSD para que le diera traslado al TAD y se exigiera que se apliquen los estatutos de la federación y que Rocha fuera sancionado por no convocar las elecciones. La sucesión de hechos revela que tanto la federación como el CSD tenían conocimiento de que el escenario de una única elección era contrario a la ley.
El resultado de no haber convocado elecciones al poco de la dimisión de Rubiales es que Rocha ha estado seis meses presidiendo la comisión gestora, un hecho insólito en la historia del deporte español pese a que el reglamento no establezca un plazo determinado para ello. Se da por hecho que una gestora debe estar el mínimo tiempo posible. Este tiempo ha sido aprovechado por el dirigente extremeño para granjearse el cartel de hombre que ha traído la paz al fútbol, principalmente por haber rebajado las tensiones con LaLiga y Javier Tebas. Este está encantado con Rocha, que ha tenido gestos como retirar a la federación de la demanda contra la patronal por el acuerdo con CVC, dejando solos al Real Madrid y al Athletic, una vez que el Barcelona también se había retirado en junio.
Con gestos como el de retirarse de la demanda de CVC, Rocha no solo ha tratado de forjarse ese perfil de hombre de consenso, también ha pretendido sacudirse la etiqueta de ser un títere de Rubiales, que le designó como su sucesor antes de dimitir. Hasta que eso sucedió, Rocha fue presidente interino de la RFEF y por entonces anunció que cumpliría lo que restaba del mandato de Rubiales y que después no se presentaría. Una vez que el dirigente granadino renunció al cargo, el extremeño pasó a ser presidente de la gestora. Como tal, sí estaba habilitado para convocar elecciones con la asamblea actual, pero no las que corresponden al ciclo olímpico de cuatro años con nuevos asambleístas. Ahora, si decide presentarse, como todo parece indicar, es el gran favorito para ganar los comicios.
Rocha ha tenido tiempo para trabajar desde dentro su candidatura, lo que le pone en clara ventaja frente a otros candidatos como el citado Salvador Gomar, Eva Parera, hija del histórico dirigente del FC Barcelona, Antón Parera, o el periodista Carlos Herrera.
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